Este libro es un buen recurso educativo para mejorar la expresión oral y la entonación, la memorial visual y la creatividad e imaginación.
Lo compré hace tres años y está en el grupo de los especiales y maravillosos. Este grupo de 5 años ya conocía este libro del curso pasado y es esta ocasión, esta alumna (Ana) al ver las imágenes comenzó a recordar y relatar el texto que hace meses leí en el aula. Me sorprendió y propuse escribirlo y volvió de nuevo a comenzar el relato que podréis leer después. Debo decir que no se diferencia mucho del original del libro. Ello se debe a que las ilustraciones son extraordinarias y cautivan a grandes y pequeños facilitando el recuerdo de la historia.
Si tienes la oportunidad de comparlo, no pierdas la ocasión.
Si tienes la oportunidad de comparlo, no pierdas la ocasión.
Edad: a partir de 2 años. Formato: cartoné. ISBN: 978-84-480-1429-2PVP: 11.50 €
Edición en català: El ratolí que menjava platans.
Collecció: Amb desplegables, solapes i llengüetes. ISBN català: 978-84-480-1430-8
Áreas de aprendizaje: Animales, Alimentación, Educación de los hábitos de la vida diaria. Cuidado del entorno. Ayuda y colaboración.
Erase una vez un ratón que tiraba las pieles de plátano en la hierba y los animales se escurrían.
Un día, volvió a tirar la piel de plátano al suelo y, un elefante que pasaba por allí, se escurrió y se cayó de culo. Se sintió mal porque se había hecho mucho daño en la trompa y en el culo.
Otro día, el ratón volvió a tirar la piel de plátano desde la rama de un árbol a la que había subido para recoger el plátano que le regalaban los monos amigos. Estaba sentado en la punta de una rama comiendo su plátano gigante, tiró la cáscara mientras pasaba por allí un rinoceronte muy contento porque iba a beber agua a la charca y se escurrió con la piel de plátano; se chocó con un árbol y su cuerno a travesó el tronco del árbol.
Otro día, volvió a tirar la piel de plátano cuando pasaba un león corriendo muy contento porque su melena le hacia cosquillas y, pisó la piel de plátano, se cayó de cabeza y se rompió los dientes, destruyendo el hormiguero de las hormigas, las pobrecillas salieron disparadas.
Esa tarde, el ratón estaba sentado en una hoja y volvió a tirar la piel de plátano sin ver que pasaba un jirafa que corría muy rápido porque iba a ver a sus amigos y a su novio JIRAFO. No vio la piel de plátano y la pisó. Tropezó y se le liaron las patas y se fue al suelo la pobrecilla; se dobló el cuello.
Vinieron entonces todos los animales que estaban enfadados con el ratón porque se portó muy mal tirando las pieles de los plátanos al suelo.
_¿Por qué haces esto? Mira como estamos:
El elefante tiene la trompa liada.
El rinoceronte tiene una herida en la cabeza y lleva todavía un trozo de árbol pinchado en el cuerno.
El león se ha quedado sin dientes y no podrá comer más y no podrá ni gruñir más.
La jirafa tiene el cuello vendado porque se lo dobló.
Los animales lo miran con malas caras y el ratón se siente mal y le entra miedo. Pisa una piel de plátano y, se escurre. Todos se ríen porque ha tenido su merecido. Ha tenido un accidente porque no la ha visto y se cayó de culo.
Y colorín colorado, SI TIRAS LAS PIELES DE PLÁTANO AL SUELO TE PASARÁ LO MISMO QUE AL RATÓN .
Un día, volvió a tirar la piel de plátano al suelo y, un elefante que pasaba por allí, se escurrió y se cayó de culo. Se sintió mal porque se había hecho mucho daño en la trompa y en el culo.
Otro día, el ratón volvió a tirar la piel de plátano desde la rama de un árbol a la que había subido para recoger el plátano que le regalaban los monos amigos. Estaba sentado en la punta de una rama comiendo su plátano gigante, tiró la cáscara mientras pasaba por allí un rinoceronte muy contento porque iba a beber agua a la charca y se escurrió con la piel de plátano; se chocó con un árbol y su cuerno a travesó el tronco del árbol.
Otro día, volvió a tirar la piel de plátano cuando pasaba un león corriendo muy contento porque su melena le hacia cosquillas y, pisó la piel de plátano, se cayó de cabeza y se rompió los dientes, destruyendo el hormiguero de las hormigas, las pobrecillas salieron disparadas.
Esa tarde, el ratón estaba sentado en una hoja y volvió a tirar la piel de plátano sin ver que pasaba un jirafa que corría muy rápido porque iba a ver a sus amigos y a su novio JIRAFO. No vio la piel de plátano y la pisó. Tropezó y se le liaron las patas y se fue al suelo la pobrecilla; se dobló el cuello.
Vinieron entonces todos los animales que estaban enfadados con el ratón porque se portó muy mal tirando las pieles de los plátanos al suelo.
_¿Por qué haces esto? Mira como estamos:
El elefante tiene la trompa liada.
El rinoceronte tiene una herida en la cabeza y lleva todavía un trozo de árbol pinchado en el cuerno.
El león se ha quedado sin dientes y no podrá comer más y no podrá ni gruñir más.
La jirafa tiene el cuello vendado porque se lo dobló.
Los animales lo miran con malas caras y el ratón se siente mal y le entra miedo. Pisa una piel de plátano y, se escurre. Todos se ríen porque ha tenido su merecido. Ha tenido un accidente porque no la ha visto y se cayó de culo.
Y colorín colorado, SI TIRAS LAS PIELES DE PLÁTANO AL SUELO TE PASARÁ LO MISMO QUE AL RATÓN .
Compuesto y relatado por Ana Ruíz Burruecos González (Infantil, 5 años) mientras veía el libro.
Recogido el texto por Mª José Rey en la clase.
Recogido el texto por Mª José Rey en la clase.
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